Cómo notar, al respirar, que ya no estás en una habitación cerrada
Y al respirar, ya no estás en una habitación cerrada:
Cuando el aire entre por fin por la ventana, quédate quieto, callado, inmóvil, como si no estuvieras. No gesticules. No hagas muecas tontas. No te emociones. No lo ahuyentes. Luego inspira. Mucho. Fuerte. Hasta el límite de tus pulmones. Ahora suéltalo. Respira. Vuelves a ser tú. Vive. Vuelve. Vuelves…
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